La verdad sobre la viola organista de Leonardo da Vinci

 Autor: Óliver Curbelo

En las últimas semanas numerosos medios de comunicación han anunciado la construcción por primera vez del instrumento que ideó y esbozó Leonardo da Vinci hace 500 años, a cargo del luthier polaco Slawomir Zubrzycki. Esta noticia, tal y como ha sido publicada, contiene información errónea y se atribuyen logros que no le pertenecen.

Este instrumento de teclado, que emite un sonido similar al de uno de cuerda, fue ideado por Leonardo y, al parecer, no llegó a construir nunca esta viola organista. Sin embargo abrió la puerta a futuros constructores de instrumentos gracias a los treinta dibujos que dejó de su idea.

La reinvención de esta viola organista se atribuye al alemán Hans Hayden (1536-1613), que diseñó en Nuremberg en 1575 un instrumento con forma de clavecín cuyo mecanismo se basaba en el movimiento de varios discos giratorios que frotaban las cuerdas como si se tratara de un arco, imitando el sonido de los instrumentos de cuerda. Fue denominado Geigenwerk.

Michael Praetorius, en su "Sintagma Musicum", publicado entre 1614 y 1619, dibujó este instrumento, añadiendo que permitía interpretar música para varios instrumentistas de cuerda con un solo intérprete en un teclado.

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Ilustración contenida en Sintagma Musicum (volumen II)

La única viola organista (también conocido como piano-violon o piano-cuarteto) que se conserva pertenece al constructor madrileño Fray Raimundo Truchado y se encuentra en el Museo de Instrumentos Musicales de Bruselas. Su construcción data de 1625 y, a diferencia del mecanismo que dibujó Praetorius, para hacer girar los discos giratorios era necesario accionar una manivela que se encuentra en la parte trasera del instrumento. Este instrumento no puede tocarse, puesto que el mecanismo está completamente deteriorado.

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Geigenwerk de Fray Raimundo Truchado, conservado en el Museo de Instrumentos Musicales de Bruselas.

Partiendo de este piano-violon de Truchado el constructor japonés Akio Obuchi reconstruyó varios modelos en 2004 de reducidas dimensiones (680 mm de largo, 564 mm de ancho y 215 mm de alto.

Como se puede comprobar el mérito del constructor polaco Slawomir Zubrzycki no se debe a la construcción de este instrumento partiendo de las ilustraciones de Leonardo da Vinci, sino en el diseño y elaboración de este instrumento en dimensiones mayores, con un sonido espectacular y de gran belleza. Por tanto, no es necesario inventar historias al respecto para atraer la atención de tan magnífica elaboración.

Por: Óliver Curbelo González

 


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