Además de que ellos mismos pueden mentir (como en el caso del supuesto asesinato), otra cosa a tener en cuenta es que estas entidades deciden qué bulos se desmontan y cuáles no, lo que también hace que puedan manipular así la opinión pública. Por ejemplo, pueden no desmontar nunca los bulos que provienen de quienes les financian y mediante esa omisión pueden hacer que parezcan personas honestas que nunca mienten. Esto es igual que con los periódicos que deciden qué es noticia y qué no, o qué relevancia y espacio de tiempo se le da a cada noticia.
Estas entidades las veo como una extensión de los medios de comunicación y, al igual que éstos, no son objetivos ni neutrales. Cada uno está al servicio de su dueño.