Voz y Piano
Re: Voz y Piano
Der Lindenbaum (El tilo), (Am Brunnen vor dem Tore...), en mi mayor. Esta quinta canción es la más popular del ciclo. El caminante pasa junto a un tilo que hay a las puertas de la ciudad, donde otras veces soñó y grabó palabras de amor en su corteza. El tilo, en la literatura romántica, frecuentemente simboliza el hogar y la seguridad. Ahora sus ramas lo llaman, invitándole a descansar entre ellas, lo que se toma como una insinuación de suicidio. Pasa de largo, sin dirigir la mirada atrás, en medio del viento helador, pero muchas horas después, y lejos del lugar, aún recuerda a las ramas: aquí encontrarás descanso.
Der Lindenbaum
El tilo
En la fuente ante la puerta
hay un tilo, a cuya sombra soñé
tantos dulces sueños.
Grabé en su corteza
muchas frases de amor;
en la alegría y en las penas
siempre me sentí atraído hacia él.
Aunque hoy tuve que pasar por su lado
en la profunda noche
a pesar de la oscuridad
cerré los ojos.
Y su ramaje susurraba
como si se dirigiera a mí:
“Ven mi compañero,
aquí hallarás tu reposo”.
El viento frío azotó
mi rostro,
el sombrero voló de mi cabeza,
pero no volví.
Ahora estoy a muchas horas
de aquel remoto lugar
y aún percibo en mis oídos el susurro:
allí hubieras encontrado el descanso.
Última edición por Impromptu el Jue Oct 22, 2009 10:43 am, editado 1 vez en total.
Nada se consigue sin esfuerzo
Re: Voz y Piano
Hans Hotter( Barítono)
La canción nº doce
Einsamkeit (Soledad), (Wie eine trübe Wolke...), en si menor.Después de la tempestad llega la calma de un cielo despejado y tranquilo, pero el caminante se siente como una nube solitaria en el cielo claro, más desgraciado que cuando a su alrededor rugía la tormenta. Es otro lied en ritmo de caminante, cuya soledad se expresa en la música. Tiene un carácter de “punto final”, pues es el último del primer grupo de lieder, dado que Schubert aún desconocía la existencia del resto de poemas.
Einamkeit
Soledad
Como una triste nube
pasa a través de alegres cielos
cuando un viento suave
agita las copas de los pinos:
así sigo yo mi camino,
con perezoso andar,
por medio de la vida sonriente y alegre,
solitario y sin saludo alguno.
¡Ah!, qué suave es la brisa
¡Ah!, qué luminoso es el mundo.
Cuando aún rugían las tormentas
no era yo tan desdichado.
La canción nº doce
Einsamkeit (Soledad), (Wie eine trübe Wolke...), en si menor.Después de la tempestad llega la calma de un cielo despejado y tranquilo, pero el caminante se siente como una nube solitaria en el cielo claro, más desgraciado que cuando a su alrededor rugía la tormenta. Es otro lied en ritmo de caminante, cuya soledad se expresa en la música. Tiene un carácter de “punto final”, pues es el último del primer grupo de lieder, dado que Schubert aún desconocía la existencia del resto de poemas.
Einamkeit
Soledad
Como una triste nube
pasa a través de alegres cielos
cuando un viento suave
agita las copas de los pinos:
así sigo yo mi camino,
con perezoso andar,
por medio de la vida sonriente y alegre,
solitario y sin saludo alguno.
¡Ah!, qué suave es la brisa
¡Ah!, qué luminoso es el mundo.
Cuando aún rugían las tormentas
no era yo tan desdichado.
Nada se consigue sin esfuerzo
Re: Voz y Piano
Las dos últimas cnciones dl ciclo Winterreise
Mattias Goerne (Barítono)
Die Nebensonnen. Los reflejos de las nubes)
Der Leiermann: El tañedor de la zampoña.
Die Nebensonnen (El Parhelio), (Drei Sonnen sah ich am Himmel stehn...), en la mayor. Experimenta el caminante un parhelio, fenómeno óptico que se produce cuando la luaz del sol pasa por las nubes cargadas de hielo: ve tres soles. Dice que él también tuvo tres soles dentro y que se habían puesto “los dos mejores”. El tercer sol simboliza la vida del caminante. Es ambiguo a qué puede referirse con los otros dos soles: pueden ser el amor y la esperanza, o los dos ojos de su amada, que ya no lo miran a él, sino a otro. A su vez, se sigue un simbolismo ternario, con compás de tres por cuatro. El majestuoso acompañamiento de piano representa las apariciones del sol. Deja claro el deseo de muerte del poeta.
Der Leiermann (El hombre del organillo), (Drüben hinterm Dorfe...), en la menor. En el último lied, el caminante encuentra a un organillero, a quien nadie presta atención. Pero el hombre no se desanima y gira continuamente su organillo. La figura del organillero se puede interpretar como un ejemplo del arte como último refugio, o bien como la muerte que tanto ansía el caminante. Se produce un paralelismo entre la imagen estática del organillo, sonando sin parar, y el estado de ánimo del caminante, que canta sus tristes lieder en medio del hielo y la nieve. El acompañamiento para piano también es repetitivo y omnipresente. Hay dos estrofas iguales, monótonas, con pocos cambios dinámicos; la tercera estrofa, muy corta, cambia, acorde con el último verso, en el que el poeta interroga al organillero: “Cuando yo cante mi canción, ¿me acompañarás con tu organillo?”. La música no contesta la cuestión. La canción permanece en la fatal tonalidad de la menor y así concluye el sombrío viaje de invierno.
Mattias Goerne (Barítono)
Die Nebensonnen. Los reflejos de las nubes)
Der Leiermann: El tañedor de la zampoña.
Die Nebensonnen (El Parhelio), (Drei Sonnen sah ich am Himmel stehn...), en la mayor. Experimenta el caminante un parhelio, fenómeno óptico que se produce cuando la luaz del sol pasa por las nubes cargadas de hielo: ve tres soles. Dice que él también tuvo tres soles dentro y que se habían puesto “los dos mejores”. El tercer sol simboliza la vida del caminante. Es ambiguo a qué puede referirse con los otros dos soles: pueden ser el amor y la esperanza, o los dos ojos de su amada, que ya no lo miran a él, sino a otro. A su vez, se sigue un simbolismo ternario, con compás de tres por cuatro. El majestuoso acompañamiento de piano representa las apariciones del sol. Deja claro el deseo de muerte del poeta.
Der Leiermann (El hombre del organillo), (Drüben hinterm Dorfe...), en la menor. En el último lied, el caminante encuentra a un organillero, a quien nadie presta atención. Pero el hombre no se desanima y gira continuamente su organillo. La figura del organillero se puede interpretar como un ejemplo del arte como último refugio, o bien como la muerte que tanto ansía el caminante. Se produce un paralelismo entre la imagen estática del organillo, sonando sin parar, y el estado de ánimo del caminante, que canta sus tristes lieder en medio del hielo y la nieve. El acompañamiento para piano también es repetitivo y omnipresente. Hay dos estrofas iguales, monótonas, con pocos cambios dinámicos; la tercera estrofa, muy corta, cambia, acorde con el último verso, en el que el poeta interroga al organillero: “Cuando yo cante mi canción, ¿me acompañarás con tu organillo?”. La música no contesta la cuestión. La canción permanece en la fatal tonalidad de la menor y así concluye el sombrío viaje de invierno.
Nada se consigue sin esfuerzo
Re: Voz y Piano
No pongo todas pues son veinticuatro, pero os he dejado la historia y añadiré algo más.
No estan todas en you tuve.
Es un ciclo de Lieder preciosa.
Los cantantes todos son muy buenos y transmiten lo que cantan.
Ya os pondré los poemas de estas dos canciones que me faltan.
No estan todas en you tuve.
Es un ciclo de Lieder preciosa.
Los cantantes todos son muy buenos y transmiten lo que cantan.
Ya os pondré los poemas de estas dos canciones que me faltan.
Nada se consigue sin esfuerzo
Re: Voz y Piano
Die Nebensonne
Los reflejos del sol en las nubes
Tres soles vi en el cielo,
largo tiempo los contemplé fijamente;
y permanecían allí tan inmóviles
cual si no pudieran separarse de mí.
¡Ay soles míos, desaparece!
¡Mirad a otros rostros!
Si en tiempos yo también tuve tres,
ahora se escondieron los dos más bellos.
Y arrastrarán consigo al tercero.
Me sentiré mejor en la oscuridad.
Der Leiermann
El tañedor de la zampoña
Allá arriba, tras la aldea,
hay un tañedor de zampoña,
y con sus dedos ateridos
hace girar el manubrio como puede.
Descalzo sobre el hielo
camina vacilante de aquí para allá
y su platillo
está siempre vacío.
Nadie desea oírle,
nadie le dirige una mirada, y los perros gruñen
alrededor del anciano. Y él deja que todo ocurra
como quiera,
da vueltas al manubrio
y su zampoña no deja de sonar.
Maravilloso viejo
¿puedo ir contigo?
¿Quieres acompañar mis canciones
con tu zampoña?
Los reflejos del sol en las nubes
Tres soles vi en el cielo,
largo tiempo los contemplé fijamente;
y permanecían allí tan inmóviles
cual si no pudieran separarse de mí.
¡Ay soles míos, desaparece!
¡Mirad a otros rostros!
Si en tiempos yo también tuve tres,
ahora se escondieron los dos más bellos.
Y arrastrarán consigo al tercero.
Me sentiré mejor en la oscuridad.
Der Leiermann
El tañedor de la zampoña
Allá arriba, tras la aldea,
hay un tañedor de zampoña,
y con sus dedos ateridos
hace girar el manubrio como puede.
Descalzo sobre el hielo
camina vacilante de aquí para allá
y su platillo
está siempre vacío.
Nadie desea oírle,
nadie le dirige una mirada, y los perros gruñen
alrededor del anciano. Y él deja que todo ocurra
como quiera,
da vueltas al manubrio
y su zampoña no deja de sonar.
Maravilloso viejo
¿puedo ir contigo?
¿Quieres acompañar mis canciones
con tu zampoña?
Nada se consigue sin esfuerzo