Últimamente he participado en varios conciertos benéficos y he tocado varias veces este preludio. Normalmente me gusta contar alguna anécdota sobre las obras que interpreto así que he estado buscando información sobre ella y hay varias historias curiosas que me apetece compartir por aquí. Espero que os parezcan interesantes:
1) Rachmaninov compuso esta pieza y el resto de piezas del op.3 cuando tenía 19 años. Casi se muere de éxito: la obra se hizo tan popular que empezó a ser conocido como "el pianista del preludio en do#m". Raro era el recital en el que no lo tocaba, hasta tal punto que si no lo hacía, el público se lo pedía a gritos al término del concierto (¡Prelude, prelude, prelude!). Normal que le terminara cogiendo tirria. En algún sitio he leído que Rach lo llamaba el "oh-my-god prelude", por las tres notas del principio.
2) El motivo que forman esas tres notas del principio, que se repite a lo largo de toda la pieza, es lo que hace que el preludio sea conocido como "Las campanas de Moscú". El asunto de las campanas es una imagen recurrente en la música para piano rusa del s.XIX.
3) Circula por ahí una leyenda que dice que la inspiración para la pieza le vino a Rach en un sueño. Soñó que estaba en un velatorio (de ahí el motivo "campanil", y que cuando se acercaba al ataúd veía que era él el que estaba dentro, produciéndole una fuerte impresión (de ahí la parte B tumultuosa). La reexposición sería algo así como la inevitabilidad del destino y la aceptación del mismo al final, con ese pasaje largo de la nota pedal y acordes (o algo así). A mí esto me suena demasiado elaborado como para que sea verdad.
3b) Otra variante dice que el preludio representa a alguien que es enterrado vivo (campanas en el entierro) y que se despierta dentro del ataúd (parte central) y de nuevo las campanas y música de situación horrible en general. Parece que cuando le preguntaban a Rachmaninov por cuál fue la inspiración para componer esta obra, el tipo respondía "veinte rublos". Eso último me suena más posible, cuadra con que el pobre estuviera medio hasta las narices de la obra.
4) En cuanto al pago. Creo recordar que alguien me contó que Rachmaninov vendió los derechos de esta obra a su editor (era joven, etc). Esta podría ser una buena razón también para cogerle asco a una obra propia, sobre todo siendo TAN popular. Parece ser que una vez, cenando en casa de Stravinsky, éste le soltó una pulla sobre la cantidad de dinero que debía de haber perdido por haber vendido los derechos. Y después de cenar se pegaron toda la noche comparando todo lo que habían perdido los dos en su juventud por vender sus obras más populares.
5) Si habéis visto el vídeo de Igudesman y Joo (Rachmaninov had big hands), en el que usan un armatoste de madera para tocar los acordes del final... a mí me hace mucha gracia, pero la verdad es que esta no es ni de lejos la obra de Rachmaninov en la que aparecen acordes más extensos. De hecho no pasa de la octava en ningún momento, así que técnicamente es sencilla de tocar. La parte central no es demasiado complicada tampoco, se puede hacer perfectamente en grado profesional.
La verdad es que la obra es espectacular, la gente siempre se queda lóquer con ella. A mí mismo me impresionó mucho la primera vez que la escuché, con 15 años o así. Ya mis amigos, que no son muy de clásica, igual, de hecho el otro día uno de ellos me la mencionó sin venir a cuento, como que es una de las piezas que he tocado que más le habían gustado nunca. Hace poco me encontré a una amiga que estuvo en un concierto mío hace como dos años y su niño, que tendrá ahora unos 10 u 11 le dijo que si yo era el pianista que tocó "Las campanas de Moscú". Si es que... los clásicos son clásicos por algo
.... No conocía esta obra, me parece magnífica. He disfrutado mucho descubriéndola. Muchas gracias.
