Hoy os propongo una bonita audición. para oírla tumbaditos y de forma sosegada, no para pensar en tocarla, ya que la "Hammerklavier" es considerada una de las obras para piano solo más difíciles de interpretar, sólo para los más virtuosos, quienes incluso ellos se encontrarán con dificultades.
Allá donde miro leo que las 5 o 6 últimas sonatas que Beethoven escribió están entre lo mejor y más profundo de Beethoven. Yo la verdad prefiero otras suyas más ligeras, las últimas se me hacen duras. Aunque hay que oírlas, en ellas tendremos la famosa arietta de la 31, el bonito andante de la 30 o la sonata que os presento ahora, la 29, "hammerklavier", que no hace referencia a tocar el piano martilleando las teclas, sino a que se toque con un piano de martillos
Pero esta difícil sonata encierra un movimiento intermedio lento muy largo, de casi 20 minutos, que nos invita a olvidarnos de las dificultades técnicas del pianista para envolvernos en su música. Wikipedia dice:
Desconozco si esa afirmación es adecuada, dado el vasto conjunto de música clásica para piano, es arriesgado decirlo... pero desde luego, este adagio es fantástico... al principio puede pareceros en plan "bueno, no es para tanto" pero cuando avancéis en la pieza ya veréisNos hallamos ante el que, en opinión de muchos, es el movimiento de sonata más hermoso jamás escrito.
La wiki aporta También un dato muy interesante:
Y sí, si os fijáis en esas dos primeras notas, y el acorde que viene después, veréis que le viene de perlasTodo un templo al que se accede por la angosta puerta que constituyen las dos notas iniciales. Dos notas que Beethoven añadió en el último momento. En efecto, poco después de que terminara de componer la obra, y cuando el original estaba ya en manos del editor, Beethoven le escribió diciéndole que en el comienzo del adagio debía añadir dos notas. Esto extrañó tanto al editor que creyó que Beethoven se había vuelto loco. Pero cuando comprobó el efecto de esas dos notas, comprendió el deseo de incluir a toda costa ese comienzo.
Aunque puedan no gustaros las sonatas de Beethoven, creo que este movimiento merece la pena, son 20 minutos muy bien invertidos