esto que comentas me parece muy importante.mabraman escribió:Vale, es una manera de verlo.
Precisamente, una de las mejores cosas que puede enseñar un profesor es a afrontar el trabajo diario. Cómo leer una partitura, qué buscar en ella, por dónde comenzar el estudio, de qué manera precisa, con todos los trucos de aprendizaje que se conoccen (y son muchos).
Es cierto que hacen falta muchas repeticiones de un fragmento para dominarlo, pero si uno no sabe qué es lo que ha de repetir...La clase ha de ser, entre otras cosas, un modelo del trabajo solitario. Todo se puede enseñar, pero hay que saber hacerlo.
Los que con tres repeticiones tienen suficiente, probablemente no necesitan un profesor.
Respecto a que en un año completo no se diga ni una palabra de armonía, me parece hasta cierto punto lógico, porque te estás concentrando en la parte mecánica del asunto y con eso ya tienes faena. Pero daño no haría, se pueden introducir conceptos básicos (de hecho Bastien lo hace).
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Cuando somos novatos en algo solo miramos a un punto y vamos a piñón fijo, yo solo miro la nota que sigue a la que estoy tocando y se que preparar una obra antes de tocarla es mirar otras cosas aunque luego vayamos compás a compás.
Yo hago fotos y a veces me dicen: pero qué miras tanto por la cámara? el fondo, el color, las sombras , las líneas....lo de menos es el punto central. Ese ya está ahí pero los otros adornarán la foto. Es un visión de conjunto.
Tal vez yo eche de menos alguien que me enseñe a leer la música y no a leer la nota (de eso ya me encargo yo) y no creo que necesite cuatro años de armonía si hablamos de conceptos básicos.
Al final volvemos a lo de siempre: Cada maestrillo tiene su librillo , el problema es que nosotros no somos nuestros hijos que los mandamos al conservatorio y aprenden como esponjas lo que se les ponga por delante. Nosotros somos más mayores y podemos entender esa visión más amplia aunque nos sea más difícil pero para eso está el maestro