Ah, y pues hay una muy conocida y onomatopéyica: el ballet de los pollitos en sus cascarones, de Mussorgsky, ""Cuadros de una exposición"), tanto en su versión de piano solo, como la escribió el autor, como en la orquestada por Rabel. No mi digáis que no se oye piar a los pollitos, ¡si es que los veo!, Y, ojo, ¡no solo en la versión de orquesta (donde hasta cacarea la gallina), sino en la de piano! Una preciosidad.