Toda esa apasionante vida transcurrió mayormente en Rio de Janeiro, capital del Imperio de Brasil, en una época en la que la ciudad de 250.000 habitantes estaba dividida en dos mitades iguales, ciudadanos libres y esclavos y en medio de profundos cambios políticos (último país de América en abolir la esclavitud en 1888 y proclamación de la República en 1889).
Su padre era general del ejército brasileño y su madre una mujer de raza negra hija de esclava. Ambos se casaron después del nacimiento de Chiquinha, a pesar de la oposición de la familia del general, que esperaba conseguir un título nobiliario. Chiquinha se educó de forma aristocrática (latín, francés, catecismo, geografía y piano) con los mejores profesores de la época si bien frecuentó desde niña los lugares donde se tocaba música popular (lundú y otros ritmos oriundos de África). A los 11 años escribe su primera composición musical, un villancico.
A los 15 años, como regalo de bodas de su padre, Chiquinha recibe un piano y se casa a los 16, por imposición de la familia paterna, con un oficial de la armada, que pasaba la mayor parte del tiempo en el mar y que incluso la obligó a acompañarlo a la Guerra del Paraguay para evitar que siguiera con sus estudios musicales. Tal era la manía del marido por la música que llegó a vender el piano de Chiquinha por lo que ella acabó comprándose una guitarra. Años más tarde Chiquinha se separó de su marido creando un auténtico escándalo para la época (el divorcio no estaba aprobado y fue acusada de adulterio). En la separación Chiquinha dijo a su marido: “Mi señor marido, yo no entiendo pues la vida sin armonía”. Pudo llevar con ella su hijo mayor pero no los otros dos hijos, una imposición de su marido a modo de castigo por haberlo abandonado. Años después, se reencontró con un gran amor del pasado y tras tener una hija se separó de él por causa de las infidelidades, perdiendo la custodia de su hija.
A partir de ese momento, Chiquinha comenzó a vivir de la música, vendiendo sus composiciones y otras partituras, tocando piano en las tiendas de instrumentos musicales, en las salas de espera de los cines o formando parte de los grupos de música de “choro”, siendo la primera pianista en este género de música popular. Dio clases de piano para criar el único de los hijos que conservó con ella. Su estrella como compositora surge en 1877 con la Polka “Atraente” (un trauma para la familia Gonzaga al ver asociado su apellido con ese tipo de música). Progresivamente su carrera musical va ganando éxitos y se vuelve famosa por las polkas, valses, tangos, mazurcas, lundus, fados, serenatas, choros y canciones varias que compone para acompañar las obras teatrales y pequeñas óperas (que al principio no se las aceptaban por estar escritas por una mujer). En su música se fusiona la música europea con ritmos sincopados y melodías de origen africano y junto a Ernesto Nazareth, se les considera los padres de la música brasileña.
En Rio de Janeiro el público esperaba siempre sus composiciones por la alegría y ritmo que transmitían, siempre acompañadas de cierta polémica. Uno de los revuelos que provocó en 1914 fue debido a un tango brasileño (maxixe) compuesto por Chiquinha, Corta-jaca, al ser interpretado a la guitarra por la esposa del presidente de la república en una recepción oficial que tuvo lugar en el palacio residencial.
En esa época, Chiquinha se involucró en diferentes movimientos políticos, a favor de la abolición de la esclavitud (1888) y proclamación de la República (1889). Llamaba la atención en los locales de música por ser una mujer independiente y por fumar en público, algo que no era considerado de buen tono para la mujeres.
En 1899, a los 52 años, después de décadas dedicadas a la música conoció un jóven estudiante de música de 16 años por quien se apasionó. Para evitar el qué dirán de esa relación, Chiquinha fingió la adopción del estudiante y se mudaron a Lisboa donde vivieron por bastantes años para volver después a Brasil. Este romance secreto solo se descubrió una vez fallecida Chiquinha por cartas y fotos de la pareja.
De regreso en Brasil, Chiquinha creó en 1917 la Sociedad Brasileña de Autores Teatrales, en defensa de los derechos autorales en el teatro y en la música. Esta idea le surgió cuando en 1913 vio algunas de sus composiciones publicadas sin permiso en Berlín.
Aquí algunas de sus composiciones más famosas, compuestas para piano o para grupos de instrumentos.
La mayoría de sus partituras se pueden encontrar en: http://www.chiquinhagonzaga.com/acervo/