Digamos que una cadencia es un recurso para articular el discurso musical. Lo que vendría a ser una coma o un punto en el lenguaje hablado. Básicamente son esos momentos en los que la música reposa y este reposo puede ser de diferentes tipos dependiendo de la sensación que transmita.
Grosso modo podríamos decir que hay cuatro tipos de cadencias:
- Cadencia auténtica: cuando el final de una frase (también vale semifrase) tiene un gran sentido conclusivo. Se suele conseguir utilizando los grados V y I de la tonalidad en la que estemos.
- Cadencia plagal: básicamente similar a la anterior, pero con un sentido conclusivo sensiblemente menos potente. Se suelen utilizar los grados IV y I.
- Semicadencia: se produce cuando se hace un reposo en un acorde que no es de tónica, generando una sensación contraria a un final. Por ejemplo valdrían los grados I y V.
- Cadencia rota: consiste básicamente en un giro inesperado. Habitualmente las cadencias con V suelen ir a I para conseguir una cadencia auténtica, pero en el caso de las cadencias rotas se sustituye por un grado como por ejemplo el VI.
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