Karlrobert Kreiten
Karlrobert Kreiten nació el 26 de junio de 1916 en Bonn, hijo de Theo Kreiten, un profesor de piano y de una cantante (Emmy Kreiten). Karlrobert creció en Dusseldorf, donde su padre ejercía como profesor de piano y composición en el conservatorio municipal. Karlrobert demostró talento para los idiomas y las bellas artes, pero sobre todo para el violín y el piano. Después de decidir convertirse en pianista tomó clases con los estudiantes de su padre, dando su primer concierto en público a la edad de diez años, y desde entonces su carrera fue prodigiosa. En 1929 le fue otorgada una beca para estudiar en el Conservatorio de Colonia. Dos años más tarde y según nos cuenta Michael H. Kater*, a los quince años llegó a dominar las dificilísimas variaciones Paganini de Brahms. Entre más de 250 concursantes obtuvo el primer premio en un concurso internacional de piano patrocinado por Clemens Krauss en Viena en junio de 1933, siendo el participante más joven. En octubre de ese mismo año también ganó el codiciado Premio Mendelssohn en Berlín. Los años siguientes perfeccionó su arte en Viena y en Berlín como alumno aventajado de Claudio Arrau. Desde 1938 y durante los años de la guerra dio conciertos por toda Alemania. En 1941 los críticos lo comparan con Wilhelm Backhaus, y en 1943 con el maestro Walter Gieseking.
Un día de mayo de 1943 los amantes de la música lo estaban esperando para un recital en el Auditorium Maximum de la Universidad de Heidelberg, pero Karlrobert Kreiten nunca apareció. Esa mañana, 3 de mayo, había sido detenido en su hotel por la Gestapo. Fue trasladado a la prisión de la Gestapo en Berlín, donde, en las próximas semanas, iba a ser juzgado por alta traición y derrotismo por el infame Tribunal Popular de Hitler, presidido por Roland Freisler (aquí, podéis ver cómo actuaba Freisler durante un juicio).
El 3 de septiembre (1943) el tribunal lo condenó a muerte. El Partido Nazi regional de Dusseldorf desestimó todos los intentos de su familia por apelar a la clemencia en los más altos niveles. Intervinieron en su defensa diferentes personalidades, incluído el famoso director de orquesta Wilhelm Furtwängler. Kreiten fue ahorcado en la cárcel de Plötzensee el 7 de Septiembre de 1943. Tenía 27 años. La sentencia de muerte dice: "En el delito de traición a la Patria, el Tribunal del Pueblo ha resuelto en Derecho: Karlrobert Kreiten ha tratado traidoramente de quebrar la voluntad patriota de una ciudadana alemana mediante las más bajas calumnias contra el Führer Adolf Hitler, las predicciones de una revolución y el consejo de alejarse del nacionalsocialismo traicionando al pueblo para de esa manera ayudar a nuestros enemigos. Por todo esto ha perdido su honor para siempre y es condenado a muerte en la horca".
Fachada principal de Plötzensee | Vista aérea de Plötzensee | Sentencia de muerte
¿Qué había hecho?
El pianista había cometido uno de las más graves delitos políticos del cual los civiles alemanes podían ser considerados responsables durante la Segunda Guerra Mundial: había escuchado noticias anti-nazi en la BBC y las había difundido (junto con su propio análisis mordaz de la situación de la guerra de Hitler y el sistema político actual) a su casera, una miembro del partido nazi y ex-amiga de su madre, en la que él creía que podía confiar. Ella pasó la información a los nazis, asegurando Kreiten que debería ser acusado.
Supuestamente Kreiten dijo a la mujer nazi que "el Führer no tiene ni idea sobre cómo librar una guerra, ni de música, simplemente mete la nariz en todo"* además de insinuar que la guerra estaba perdida.
Su ejecución provocó una oleada de artículos en la prensa alemana acerca de este "peligroso" artista. El periodista Werner Höfer tuvo que retirarse en 1987, cuando sus opiniones acerca de la satisfacción que le produjo la ejecución de Kreiten llegaron a ser conocidas por la opinión pública.
Karlrobert Kreiten: Chopin, Nocturno en Do# sostenido menor, Op. post.
Chopin, Nocturno en Do# sostenido menor, Op. post. [AUDIO]
Claudio Arrau habla sobre Karlrobert Kreiten
Fuentes: *Kater, Michael H.: The Twisted Muse, Musicians and their music in the third reich, Ed. Oxford University Press, 1997 | Artículo: Los crueles, por Osvaldo Bayer | Web: En memoria de Karlrobert Kreiten (en alemán)