El universo en 88 teclas

[Mrkeyboard]

Es sobrecogedor el sentimiento experimentado cuando uno advierte que casi cualquier cosa puede salir de un piano: desde algo mal hecho o poco inspirado, a algo grandioso y eterno, solo en 88 teclas. Uno no tiene una cantidad ilimitada de teclas, pero las posibilidades son infinitas. Cuando me pongo en el piano siento una responsabilidad conmigo mismo ¿Voy a usar mi tiempo para tocar cualquier cosa que se me venga a la cabeza, o haré un esfuerzo por hacer algo que valga la pena? Podría ir a cualquier época, a cualquier emoción, a cualquier escenario pero ¿de qué manera? ¿Una donde solo me deje llevar por convenciones, fórmulas o por mero aburrimiento? ¿O una donde trate de sacar algo realmente valioso?

Ese algo valioso… es como el “santo Grial” emocional, hay que estar enfocado de una manera, a nivel espiritual, mental, donde uno bloquee la tendencia a buscar salidas fáciles, automatizadas y realmente se quiera ir más allá.

Es como cuando los escultores hablan de que ellos no crean la escultura, sino que la escultura está escondida en la piedra y ellos solo la van haciendo visible poco a poco. Con el piano es igual, toda esa grandeza está allí, frente a uno, en esas 88 teclas y su arpa y sus martillos y su caja de resonancia, pero si uno no es un buen escultor, no podrá sacar todo lo que yace encerrado en esas posibilidades infinitas.

Por eso cuando me siento en el piano, trato de verlo con respeto. Si quiero ser superficial y simple, eso es lo que saldrá y pareciera que es lo único que puede salir del piano. Pero si cobro conciencia que no tengo que conformarme y que puedo aspirar a ir más allá, eso el piano también me lo puede dar, no tengo que hacer ningún viaje físico a ninguna parte, como los exploradores aventureros de las viejas novelas que cruzan el mundo por selvas y desiertos, sino que ese tesoro está allí, flotando en un mar de posibilidades ¿empiezo con un acorde aumentado y hago una melodía que me lleve a una dominante en tercera inversión? ¿Y después qué? ¿Y qué dinámicas uso? ¿Qué clase de frases? ¿Le introduzco una contramelodía? …

El “Todo” está allí frente a uno cuando se sienta al piano, desde lo sagrado a lo profano, desde lo natural a lo robótico, desde lo vivo hasta lo muerto y no hay que viajar a ningún sitio, a no ser que sea un viaje de la propia alma, que busca navegar, volar o sumergirse en las conexiones de sonidos, acordes y posibilidades para desenterrar de ellos un mundo mejor, ideal, perfecto, alejado de los sinsentido y mediocridades de lo cotidiano.

[draku]

así es... creo que hablas sobre todo de creación verdad?, fíjate en Mozart, tenía toda la capacidad del mundo y sin embargo seguro que siempre se esforzó por hacerlo lo más perfecto y bello posible. Incluso en las obras más "de encargo" seguro que se esforzó siempre por darlo todo...

[Mustafa]

Totalmente de acuerdo. Yo ya he tenido ese mismo pensamiento muchas veces. Las 88 teclas a veces me parecen los controles de una nave espacial que me permite navegar con la mente el universo entero. Es increíble la variedad infinita que puede salir de ahi.

Se me asemeja un poco al plano cartesiano donde con las fórmulas correctas se pueden dibujar todo tipo de formas, como la geometria fractal. En ese caso es el universo contenido en 2 lineas.

[Mrkeyboard]

así es... creo que hablas sobre todo de creación verdad?, fíjate en Mozart, tenía toda la capacidad del mundo y sin embargo seguro que siempre se esforzó por hacerlo lo más perfecto y bello posible. Incluso en las obras más "de encargo" seguro que se esforzó siempre por darlo todo...

Sí, pensaba sobretodo en la creación, ya que estoy tan preocupado en mejorarme a mi mismo, sobretodo en el Romanticismo, que es el estilo que más me gusta y manejo mejor, pero podría hacerlo todavía mucho mejor. Ayer me compré el libro Wagnerismo, de Alex Ross, es un libro bien grueso y escrito con mucha sustancia y erudición. Wagner fue muy importante en el siglo 19, pero no es mucho lo que se de él porque casi no escribió para piano, lo que hay son transcripciones de otros músicos, como Liszt por ejemplo. Y él que quiera dominar el romanticismo en todas sus posibilidades tiene que conocer a Wagner, que es considerado el contrapeso de Brahms.

Pero también mi texto sirve para la interpretación y qué de amplio es el repertorio que es posible escoger, así como las diferencias en la calidad de la interpretación pueden llevar a mundos más trascendentes o menos.

Totalmente de acuerdo. Yo ya he tenido ese mismo pensamiento muchas veces. Las 88 teclas a veces me parecen los controles de una nave espacial que me permite navegar con la mente el universo entero. Es increíble la variedad infinita que puede salir de ahi.

Se me asemeja un poco al plano cartesiano donde con las fórmulas correctas se pueden dibujar todo tipo de formas, como la geometria fractal. En ese caso es el universo contenido en 2 lineas.

Sí, allí caben todas las posibilidades y muchas obras ni siquiera abarcan esas 88 teclas, sino menos, pero eso no importa, aunque sea un número limitado, las posibilidades siguen siendo infinitas dentro de esas 12 notas que se repiten una y otra vez a distintas alturas. Es impresionante eso, porque con la matemática, pienso su amplitud de posibilidades es mucho más obvia, pero en cambio, tu ves el piano y visualmente puede percibirse más humilde en ese sentido y no se advierte de lo que es capaz hasta que uno medita sobre eso.

[JohnnyMusickman]

No había leído aún esta entrada, Mister, y me ha parecido un enfoque muy interesante, lo que mencionas sobre esa gran responsabilidad que conlleva estar ante estas 88 teclas, el sentimiento que debe motivarte a tratar con sumo respeto el privilegio que tenemos de poder expresar sentimientos y emociones a través de este maravilloso instrumento...
Me ha dado mucho que pensar, sin duda que la grandeza está ante nosotros y podemos canalizarla hacia los oyentes de un modo impresionante. Es algo que impone, desde luego pero te hace valorar mucho más todo.

[Mrkeyboard]

No había leído aún esta entrada, Mister, y me ha parecido un enfoque muy interesante, lo que mencionas sobre esa gran responsabilidad que conlleva estar ante estas 88 teclas, el sentimiento que debe motivarte a tratar con sumo respeto el privilegio que tenemos de poder expresar sentimientos y emociones a través de este maravilloso instrumento...
Me ha dado mucho que pensar, sin duda que la grandeza está ante nosotros y podemos canalizarla hacia los oyentes de un modo impresionante. Es algo que impone, desde luego pero te hace valorar mucho más todo.

Sí, ese respeto es más que todo hacia uno mismo, porque el piano aguantará todo y no reclamará nada, es la responsabilidad con uno mismo de hacer el esfuerzo por aprovechar todo su potencial.